El cofundador de DeepMind predice un cambio tecnológico

Mustafa Suleyman, de DeepMind, esboza un futuro revolucionario para la IA.

Se avecina un cambio fundamental en el campo de la inteligencia artificial (IA). Mustafa Suleyman, uno de los padres fundadores de DeepMind, mira más allá del actual bombo publicitario de herramientas de IA generativa como ChatGPT y vislumbra el futuro en "Inteligencia Artificial Interactiva".

En 2014, DeepMind, entonces una empresa emergente de IA, saltó a los titulares al ser adquirida por Google por la impresionante suma de 500 millones de dólares estadounidenses. Mustafa Suleyman, una de las mentes creativas de DeepMind, ve el desarrollo de la IA como un avance evolutivo, no solo para la tecnología, sino también para nuestra especie. En su opinión, estamos en la cúspide de un avance crucial.

"En las primeras etapas, la IA consistía principalmente en clasificaciones", explica Suleyman. Mediante técnicas de aprendizaje profundo, se entrenaba a las máquinas para categorizar distintos datos, desde imágenes hasta el habla. Pero ahora, en esta segunda fase, somos testigos de cómo las IA no solo pueden interpretar, sino también generar datos . Sin embargo, Suleyman ya mira hacia el futuro: "El siguiente paso será la era interactiva de la IA. Estoy convencido de que nuestra interacción con la tecnología en el futuro será principalmente a través de conversaciones. Imagínese, en lugar de hacer clic y teclear, podríamos simplemente hablar con nuestra tecnología".

Un escenario así significaría que las personas podrían delegar tareas en las IAs simplemente hablándoles, ya sea haciendo un pedido, recabando información o incluso encargando servicios más complejos. Sería una era en la que la tecnología no es solo reactiva, sino proactiva, poseedora de su propia "agencia".

Sin embargo, estos avances también conllevan preocupaciones. ¿Qué ocurre si estos sistemas autónomos se descontrolan? Suleyman y su equipo de DeepMind fueron conscientes de estos riesgos desde el principio y trabajaron en medidas de seguridad. Un concepto era el "gran botón rojo", una especie de parada de emergencia de las IA para evitar decisiones catastróficas.

"Es esencial que establezcamos límites claros y nos aseguremos de que los intereses de la IA coinciden siempre con los nuestros", subrayó Suleyman.

En una época en la que la tecnología está cada vez más entrelazada con nuestra vida cotidiana, las predicciones de Suleyman pueden darnos una pista de hacia dónde se dirige el viaje. Queda por ver si su visión de la IA interactiva se hace realidad.


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